Los lunes (si, lector@; pensé que era lunes hoy, pero no; me han corregido, es martes. Ni modo, la costumbre de empezar siempre las cosas por el inicio...), sobretodo después de un largo fin de semana, es muy importante para mi escuchar música por la mañana. Hago esto con la esperanza de que esa música sea el tono que vaya a tener la semana. Así pues, hay semanas en las que necesito estar un tanto acelerado, y por ello, escucho música energética.
En ocasiones, cosas de la cotidianidad me hacen estar un tanto aprehensivo respecto al estado de cosas y sobre todo, respecto de cómo lidiaré con ciertas situaciones. La depresión que a veces me aqueja, influye en la música que escucho. No hay duda.
¿Que debo escuchar pues cuando los momentos no son buenos?
Si me decido por algo alegre, seguramente no lo terminaré de escuchar, pues no estaré de humor para ello. Si me decido por algo triste, probablemente tampoco concluiré su escucha; ¿para que seguir removiendo mi estado de ánimo?
Así pues, en los días en que quiero estar tranquilo y eliminar el mal humor o la depresión, me gusta escuchar cosas que partiendo de la melancolía me dejen un buen sabor de boca, para despúés seguir con algo también melancólico, pero con un aderezo de potencia que levante mi ánimo.
Aquí uno de mis ejercicios:
Dos porciones de eso, siguiendo al receta del Dr. Vaughn y listo!
Pero... hoy es martes jeje
ResponderEliminarBuen post!
Saludos.
Gracias, Mijel...tienes razón. Corrección asentada.
ResponderEliminarSaludos.