La fotografía de Jim Marshall

A la par de la música, siento por la fotografía un especial afecto. Ante mis ojos, una buena fotografía es el reflejo de los alquimistas modernos que capturan un presente efímero para la posteridad.

Dentro de la música contemporanea, la fotografía es, sin dudarlo, uno de los apoyos en los que la imágen del artista borra lo cotidiano y pasa a convertirse en lo atemporal. En una época sin videos, sin internet, sin blogs ni globalización, Jim Marshall hizo de su vida profesional y personal, un veradero parteaguas de la iconografía de la música popular.

Su fotografías son excepcionales. Tan cotidianas y directas como el verdadero sentimiento sobre la buena música. Blues, rock y jazz, principalmente, tienen en Jim Marshall una especie de Miguel Ángel que con su lente, logró una especie de santificación, si se me permite el término, de músicos que si de algo carecían era precisamente de santidad.

En su libro "Not Fade Away", escribió: "Too much bullshit is written about photographs and music. Let the music move you, whether to a frenzy or a peaceful place. Let it be what you want to hear—not what others say is popular. Let the photograph be one you remember—not for its technique but for its soul. Let it become a part of your life—a part of your past to help shape your future. But most of all, let the music and the photograph be something you love and will always enjoy.”

Su sitio oficial, de donde se tomaron las imágenes para esta entrada, es MarshallPhoto.Com mismo que recomiendo ampliamente para que conozcan su trabajo y se enteren de sus impresiones respecto de muchas de las fotografías que hoy son el lugar común en que se han convertido estos íconos.